viernes, 26 de agosto de 2016

Exposición "SUITE GUARA" de Paco Rallo.





Ante el paisaje: Paco Rallo «Suite Guara» 


En su largo itinerario vital dedicado con pasional entrega a la creación visual, en múltiples facetas, y tras más de 25 años de exploración por caminos no rigurosamente pictóricos, vehiculizando su expresión por otras nuevas herramientas digitales y de integración interdisciplinar, Paco Rallo ha vuelto a sentir en sus últimas etapas la necesidad de retomar el trabajo manual con las herramientas tradicionales de pintor… Y lo ha hecho con esa naturalidad, sosiego y sentimiento de libertad con que él aborda siempre todas las cuestiones importantes de su vida. De esa necesidad nació la serie Primun Ver (La Primavera) expuesta en 2014 en la galería Pilar Ginés de Zaragoza y, posteriormente, atraído por los paisajes cretácicos de Teruel ­–a los que las circunstancias actuales de su vida le han permitido aproximarse hasta el punto de quedar fascinado por estos en aspectos que van desde su imponente apariencia general, hasta sus sutiles sugerencias microscópicas– surgió la serie Versicolor presentada durante el mes de abril de este año en la zaragozana galería Finestra Estudio. Esta era una serie colorista y muy vital, con una energía desbordante, pero al mismo tiempo perfectamente armonizada en términos compositivos de «proporción áurea» y en la expresión sincera de una interioridad reflejada en el espejo –siempre revelador– de los paisajes que el artista han adoptado como propios dentro de sus afinidades electivas.
 
En el caso específico de Rallo, la afectividad es claramente una fuerza motora que impulsa y anima una creatividad que no encuentra límites. Y, en este sentido, el paisaje del Somontano de Guara, que, de alguna manera, el artista también ha hecho suyo precisamente por este mismo tipo de razones, ha abierto una nueva puerta, un desconocido horizonte de nuevas posibilidades y logros estéticos que se concretan en el despliegue por los soportes de una emocionalidad cargada de lirismo que se mueve y retroalimenta en un doble sentido: de aquella energía que deriva de las pulsiones más queridas de lo íntimo, y de la proveniente de los obvios valores estéticos de lo externo. Bierge y su paisaje, enigmáticamente construido entre lo natural y lo modificado por la mano ancestral de la cultura mediterránea, se conforma, en esta ocasión, como crisol de esta fusión entre el artista y el paisaje. Y no es casualidad; cualquiera que haya visitado alguna vez estas tierras del Somontano de Guara, podrá entender hasta qué punto sus bellos rincones y panoramas pueden ser inspiradores para el trabajo de un pintor que ha decidido integrarse en el discurso de su idílica vida rural y el transcurso de sus estaciones, soporte de un hondo misterio... Lo cual no deja de ser un ejercicio descaradamente «utópico» y una declaración de «hedonismo» muy vital –con total seguridad– muy fructífero de cara al futuro.
 
Las abstracciones de Rallo no dejan lugar a dudas de todas estas cuestiones, ni de la admiración sentida, en su enunciado, por el trabajo de algunos grandes protagonistas de la Historia del Arte que han transitado –cada uno a su manera magistral– por esta particular vía de conocimiento: Botticelli, Brueghel, Van Gogh, Hiroshige, Sorolla, Vivaldi, o los poetas japoneses practicantes del Haiku, entre muchos otros… Rallo se sitúa ante el paisaje del Somontano con la emoción en los ojos. Y pinta, como el pájaro canta en el azul puro a la bella mañana que comienza…

Juan Ignacio Bernués Sanz
Doctor europeo en Historia del Arte
Bierge (Huesca). Agosto de 2016